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Tengo veintiún inviernos muy duros en mis bolsillos, de esos que por mucho que te abrigues el frío sigue calando hasta los huesos.

He cruzado el charco

He estado en Francia más veces que primaveras he vivido

He dormido en el desierto y en la playa

Me he perdido en la India, dos veces

He navegado por el Nilo

He visto gente morir

Nunca he llegado a fin de mes

He bebido hasta volver a gatas a mi casa

He conocido a gente maravillosa y a Hitlers en miniatura

He sido la primera palabra de un bebé

He llorado hasta quedar exhausta

He reído hasta tener agujetas

He escrito libros que no he publicado

He llevado piercing, tatuajes y el pelo rojo

Me he hecho pasar por guiri

He vomitado de nervios

He trabajado setenta y dos horas seguidas sin dormir

He aguantado borrachos y ellos me han aguantado a mí

He roto muchos platos, lo confieso

He hecho daño queriendo y sin querer

He amado, he odiado

Pero jamás, jamás, he conocido a nadie como tú.