top of page

RELOJES

  • Foto del escritor: Caterina Chevalier
    Caterina Chevalier
  • 23 ago 2017
  • 1 Min. de lectura

Siempre me han obsesionado los relojes. Ese funcionamiento perfecto, cada uno de los engranajes que encajan para dar la hora, puntualmente. Cómo el segundero recorre los mismos números de una forma irónicamente atemporal. Esas doce señoras que esperan pacientes y estáticas la visita fugaz de su amante, una visita de apenas un segundo, pero que a ellas, les da la vida. El Señor Minutero se toma las cosas con un poco de más calma. Se detiene al menos sesenta segundos para apreciar los pequeños placeres de la vida; un encuentro de miradas, una caricia, el aroma del café. Pero la Señora Hora es diferente, no suele apreciar la levedad del segundero. Se regocija en las horas de espera y en las que no puede dormir. Se echa a sus espaldas el peso de un tiempo más lento y largo y, preocupada por saber cuándo llegará la hora del adiós, deja escapar todos esos segundos y minutos de pequeños placeres. Porque ella se obsesiona con la hora de la muerte.


 
 
 

Kommentare


Featured Posts
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

¡SÍGUEME! 

  • Icono social Instagram
  • Facebook Classic

© 2017 Caterina Chevalier

bottom of page